El
SPX
cierra su segunda semana en fila registrando pérdidas. Tras un -1,01%, que llevó al precio hasta los 2.961,8 puntos, el índice aún se mantiene en terreno positivo, en comparación con el 2018.
El índice ha perdido nuevamente la línea de tendencia alcista de 2019 y se ubica muy cerca de los 2.940, soporte que además representa el máximo alcanzado durante el 2018.
Sin embargo, pese al retroceso del índice, el panorama todavía no muestra signos mayores de debilidad. Y es que los porcentajes de acciones que se ubican sobre sus promedios móviles de largo y mediano plazo aún se mantienen sobre el 60%.
Si llegásemos a ver retrocesos mayores en el índice y, además, una caída de estos índices por debajo del 50%, podríamos estar pensando en un posible cambio de tendencia, al menos para el 2019. La zona de control a vencer para los osos, aún sigue siendo los 2.840 y, por los momentos, todavía no llegamos a dicha área.
SPX
cierra su segunda semana en fila registrando pérdidas. Tras un -1,01%, que llevó al precio hasta los 2.961,8 puntos, el índice aún se mantiene en terreno positivo, en comparación con el 2018. El índice ha perdido nuevamente la línea de tendencia alcista de 2019 y se ubica muy cerca de los 2.940, soporte que además representa el máximo alcanzado durante el 2018.
Sin embargo, pese al retroceso del índice, el panorama todavía no muestra signos mayores de debilidad. Y es que los porcentajes de acciones que se ubican sobre sus promedios móviles de largo y mediano plazo aún se mantienen sobre el 60%.
Si llegásemos a ver retrocesos mayores en el índice y, además, una caída de estos índices por debajo del 50%, podríamos estar pensando en un posible cambio de tendencia, al menos para el 2019. La zona de control a vencer para los osos, aún sigue siendo los 2.840 y, por los momentos, todavía no llegamos a dicha área.